El Método Kanban define el enfoque del cambio evolutivo incremental para las organizaciones.
Utiliza un sistema de limitación del trabajo en curso como mecanismo para exponer los problemas del sistema (o proceso) y así estimular la colaboración para mejorar el sistema.
Los principios y prácticas generales del método Kanban están diseñados para sentar las bases de una capacidad de adaptación en una organización. La capacidad de adaptación es la forma en que las organizaciones se enfrentan y responden a entornos complejos.
Se requiere capacidad de adaptación para la resiliencia en entornos complejos. Las mejoras en los procesos de flujo de trabajo representan un comportamiento emergente. El resultado no se puede predecir con mucha anticipación o con varios pasos de anticipación. Los procesos futuros de la organización surgen más que se diseñan.
Examinemos los principios en los que se basa uno por uno:
1 | Comience con lo que hace ahora.
El método Kanban no implica un cambio en el proceso de trabajo, sino una evolución del mismo. No hay ningún cambio radical, no existe el proceso de desarrollo de software Kanban o el método de gestión de proyectos Kanban.
2 | Aceptar la búsqueda de un cambio evolutivo incremental.
La organización (o el equipo) debe estar de acuerdo en que sus circunstancias actuales garantizan un enfoque de mejora suave y evolutivo. Sin el acuerdo de que un enfoque lento, suave, evolutivo e incremental es el camino correcto a seguir, no habrá el entorno adecuado o el apoyo administrativo para una iniciativa Kanban.
3 | Respetar el proceso actual, roles, responsabilidades y títulos de trabajo.
Es uno de los principios generales del Método Kanban más importantes, pues probablemente muchos de los elementos de su proceso de trabajo funcionen y se deban preservar. Es fundamental eliminar el miedo al cambio para facilitar la evolución respetando los roles y responsabilidades de cada uno, garantizndo así un mayor apoyo para la iniciativa Kanban.
4 | Fomente los actos de liderazgo en todos los niveles de su organización.
La información sobre dónde son posibles las mejoras puede aparecer en cualquier nivel de una organización y, con mayor frecuencia, a nivel individual. Si los cambios se van a realizar de forma rápida y eficaz, las personas que creen que la mejora es posible deben sentirse empoderadas para implementarlas. Debe existir una cultura de seguridad, para actuar sin temor a represalias, siempre que los cambios se puedan defender con base en una explicación lógica utilizando modelos y datos.